viernes, marzo 11, 2005

The age of revolution

Internet ha revolucionado el mundo de las comunicaciones. El logro de que todo tipo de informaciones viajen al ritmo de la luz permite el encuentro con las informaciones más diversas. El receptor cambia su papel inicial por el de emisor, fluctúa entre ambos constantemente, invadiendo un nuevo mundo para él donde puede expresarse libremente, al mismo tiempo que recibe datos. Internet ha conseguido ofrecer la posibilidad tecnológica de establecer el debate de ciudadano a ciudadano, de grupo a grupo, sin límites de espacio o de tiempo. Y es que la ideología contemporánea se caracteriza por la instantaneidad, por la interactividad, por la implicación en un juego antes muy limitado. Es por ello que internet, un fenómeno relativamente frecuente, es temido por los gobiernos. Su implantación ha serpenteado difíciles caminos. Da pánico a los gobiernos, y con razón. Y es que internet está dando paso a nuevas redes de relación y de debate donde se puede formar una opinión pública que va más allá de los canales tradicionales, fuertemente controlados por los poderes políticos y económicos.
Desde que internet apareciera en la escena informativa el tipo de redes usadas ha variadas. El ADSL (Bucle de Abonado Digital Asimétrico) supuso un avance considerable. Se trata de una técnica de transmisión que, aplicada sobre los bucles de abonado de la red telefónica, permite la transmisión sobre ellos de datos a alta velocidad. Para ello utiliza frecuencias más altas que las empleadas en el servicio telefónico y sin interferir en ellas, permitiendo así el uso simultáneo del bucle para el servicio telefónico y para acceder a servicios de datos a través de ADSL. La asimetría que caracteriza a los sistemas ADSL permite una mayor capacidad de transmisión en el llamado “sentido descendente” (de la red de comunicaciones al usuario) que en el “sentido ascendente” (del usuario a la red). Esto hace que ADSL sea especialmente apropiado para aplicaciones como el acceso a Internet basada en sistemas Web, donde el volumen de información recibida por los usuarios es notablemente mayor que el de los contenidos de control generados en la navegación.
Pero si el ADSL supuso un avance considerable en el universo de las comunicaciones, y especialmente en el ámbito de internet, en los últimos tiempos se ha desarrollado otros aspectos, dando lugar a tecnologías aún más revolucionarias. El PLC (Power Line Comunication) es, sin duda alguna, uno de esos logros que han contribuido a la mejora de las condiciones de este fenómeno característico de una época. Su ventaja fundamental radica en que permite conexiones a internet por red eléctrica. Esto supone para un hogar, por ejemplo, la posibilidad de convertir la red eléctrica e una auténtica red informática por la que transmitir datos entre ordenadores y tener un punto de acceso a Internet en cada enchufe. Una solución estupenda para no tener cables por toda la casa o para los que, teniendo un portátil, puedan moverse de una habitación. Un recurso que podría competir duramente con las redes inalámbricas, más complicadas de instalar, y porque además, ¿quién no tiene un enchufe a mano?
Pero además de estas aplicaciones basadas en la comodidad hay que señalar que el PLC constituye una ayuda insuperable hacia la instauración plena de internet como medio prioritario en la búsqueda de informaciones. Y es que cada vez las ventajas que ofrece la red son mayores. Y si a ello añadimos las enormes posibilidades que la vanguardia nos trae, es indudable negar el auge de este medio. La gran aceptación y acogida que han acompañado a las weblogs o bitácoras son un ejemplo claro de ello. La facilidad de creación es una de las características que ha favorecido el surgimiento y desarrollo de estas nuevas formas de comunicación. En definitiva, estamos asistiendo a un desarrollo tecnológico cada vez más vertiginoso, pero al que todos nos adaptamos sin demasiadas complicaciones.
A continuación se citan algunas webs donde pueden encontrarse docuemntos muy interesantes y relacionados con la sociedad de la información. El autor de estos estudios es Manuel de Pablos Coello, catedrático en periodismo y estudioso de este fenómeno.